miércoles, 31 de agosto de 2011

David Helfgott

Vi este verano una fantástica película (Shine) protagonizada por Geoffrey Rush (tremendo, creo que le dieron el Oscar) que narra la vida de este genial y "atormentado" pianista australiano.

La presión de su padre acabó por trastornarle hasta el grado de parecer un retrasado mental. Pero sigue teniendo magia en las manos. Un hombre miserable y entrañable.




Sirva esta entrada como mi reconocimiento personal al susodicho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario